domingo, 30 de noviembre de 2014

Capacidades Tecnológicas



CAPACIDADES TECNOLÓGICAS

Las capacidades tecnológicas son disposiciones adquiridas por medio del aprendizaje tecnológico en un contexto social y cultural favorable. Las capacidades tecnológicas implican la oportunidad de potenciar las oportunidades y las posibilidades del desarrollo de la innovación tecnológica, con la intención de fortalecer las capacidades individuales y colectivas para fomentar lo que las personas y las sociedades quieren y pueden ser.

Características y Componentes.

Las capacidades tecnológicas presentan una serie de características. La primera consiste en que al ser disposicionales son: adquiridas por procesos formales o informales (saber cómo) de aprendizaje. Desde el punto de vista del aprendizaje formal, el sistema educativo científico y tecnológico cumple un papel importante en la creación y sostenibilidad de dichas capacidades, porque las características de la tecnología actual requieren de conocimientos especializados que sólo se aprenden por dicha vía. Para Xavier Vence (1995, p. 262), la educación formal tiene varias implicaciones para la potenciación tecnológica de un país, entre ellas están:

a) Genera externalidades para las capacidades tecnológicas de todos  los sectores.

b) Es un campo de búsqueda muy importante en relación con los nuevos paradigmas.

c) Es una importante fuente de variedad tecnológica.

d) El sistema educativo aumenta, la formación y destrezas y los gestores, lo que constituye una ventaja/desventaja absoluta y una precondición para el aprendizaje tecnológico, especialmente en la era de la información.

e) Crea un fondo de ‘capacidad desempleada’ salida de la enseñanza media y de la universidad, que es absorbibles en las actividades tecnológicas en un momento dado.

Si bien el aprendizaje formal es importante, una buena parte de la adquisición de capacidades tecnológicas se realiza por el aprendizaje informal. Lo que significa que se aprende haciendo o sobre la marcha; por ejemplo, cuando se imita, adopta o se buscan alternativas tecnológicas; por esto, se trata de una acción práctica.
 
Al ser las capacidades tecnológicas procesos constantes de actualización en contextos determinados, implica un constante aprendizaje por parte del agente, lo que conduce a otra característica: las capacidades tecnológicas son dinámicas: Estas se renuevan constantemente de acuerdo con  lo aprendido y lo desaprendido (Bueno; Morcillo, 2003, 6). Por lo que las capacidades cambian históricamente, las capacidades que se adquieren en un determinado período histórico pueden variar en otro, esto depende de la tecnología definitoria del momento.

Así a pesar de que las capacidades pueden cambiar, esto no niega una última característica: el carácter acumulativo de las capacidades tecnológicas, se trata, por lo general, de un aprendizaje incremental en que se dan continuidades y discontinuidades, pero todos los aprendizajes de éxito y fracaso se acumulan. Estos procesos de acumulación de aprendizaje tienen diferentes lógicas y grados de madurez.

Las capacidades surgen de las personas, las organizaciones empresariales y de las comunidades; las capacidades tecnológicas no pueden ser implantadas desde afuera, son parte del esfuerzo propio de una comunidad o país, por lo que requieren ser estimuladas, debe haber un deseo o contexto favorable para su desenvolvimiento. Los mecanismos para lograrlo pueden ser muy variados. Lo cierto es que no basta con la simple imitación o adaptación de las tecnologías o con las fuentes de información externas, las capacidades que se generan de estas actividades, desde el punto de vista del desarrollo, son mínimas, una fase inicial para la creación de otras capacidades más complejas como la innovación.

Las capacidades no pueden ser concebidas de manera aislada sino como interrelacionadas, en el caso particular de las capacidades tecnológicas, esta idea adquiere más potencia, pues las capacidades tecnológicas conforman parte de un conjunto más amplio de acciones, forman parte de un sistema (Castells, 1997, pp. 130-131).

En el ámbito educativo la escuela del siglo XXI busca caracterizarse por su permeabilidad para absorber las novedades tecnológicas de la era digital en la que se inserta siempre con el objetivo de optimizar el proceso enseñanza aprendizaje. Enseñar y aprender con las TIC es uno de los desafíos a los que debe hacer frente la actividad docente y  la formación debe estar en consonancia con los cambios de que se producen en la sociedad, caracterizados por la evolución permanente, la comunicación inmediata y el acceso a un ingente cantidad de información accesible a través de la redes.

Finalmente no se debe de perder de vista lo relacionado con la disminución de rezago educativo, la cobertura efectiva, la Inclusión y sobre todo la ampliación de la oferta educativa.

REFERENCIAS

Bueno, Eduardo; Morcillo, Patricio. (2003, febrero-marzo).  Cultura e innovación: conexión perfecta.  Tribuna, 15, 1-17, Madrid.

Casttels, Manuel.  (1997).  La era de la información. Economía, sociedad y cultura. Vol. I, La sociedad de la información. Madrid: Alianza.

Vence Deza, X. (1995). Economía de la innovación y del cambio tecnológico. Madrid: Siglo XXI.

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